La polémica cantante se hospedó junto a su equipo de trabajo hace unos días en el Hotel Greenwich ubicado en Nueva York, donde usaron las zonas comunes del complejo sin tener en cuenta las molestias que podían ocasionar al resto de huéspedes.
“Fue como si un tornado hubiera entrado en el recibidor. Miley y su pandilla se apoderaron de él, gritando y haciendo twerking durante tanto tiempo que la dirección del hotel recibió un buen número de quejas. Con el consentimiento de Miley, algunos de sus amigos fumaron marihuana, estuvieron soltando palabras malsonantes a gritos y tirándose encima de los caros muebles del hotel”, señaló una fuente a la revista Life & Style.
Ante las quejas recibidas, el personal del hotel hizo un llamado de atención a Miley y sus compañeros, pero la respuesta de la estrella fue que “deberían de estar agradecidos” de tenerla en el hotel porque “estaba gastando mucho dinero en él”.
Según la publicación, el hotel Greenwich abrirá una investigación para averiguar lo que ocurrió.
Sin embargo, Life & Style ha sido desmentida por un testigo que asegura: “No hubo quejas. Miley nunca generó problemas en el recibidor”.
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