La vida de una persona está repleta de sensaciones, emociones y experiencias que, tras la muerte, siguen viviendo en la mente de sus seres queridos durante algunas generaciones, hasta que el recuerdo va desdibujándose gradualmente. La vida es tan breve y la muerte tan categórica que una forma de burlarla es mediante las acciones que realizamos mientras la sangre aún fluye a través de nuestras venas, ya que, en última instancia, nuestros actos y el número de personas a las que impacten, hará que nuestro recuerdo perdure por mucho tiempo más allá de nuestra muerte.
Quizá la única forma en que una persona se acerque a la inmortalidad sea través del arte, pues éste se sitúa en una realidad menos efímera, tal como se nota en el mundo del rock, capaz de crear auténticos mitos que, tras su deceso, parecen continuar con vida contemplando la fama de su última morada mientras cada acorde de guitarra y cada estrofa que cantan es un atentado contra el olvido y la mala memoria.
A continuación presentamos las tumbas de algunos de los iconos del rock:
Buddy Holly; 7 de septiembre de 1936 – 3 de febrero de 1959
Brian Jones (The Rolling Stones); 28 de febrero de 1942 – 3 de julio de 1969
Jimi Hendrix; 27 de noviembre de 1942 – 18 de septiembre de 1970
Jim Morrison (The Doors); 8 de diciembre de 1943 – 3 de julio de 1971
Elvis Presley; 8 de enero de 1935 – 16 de agosto de 1977
Bon Scott (AC /DC); 9 de julio de 1946 – 19 de febrero de 1980
Ian Curtis (Joy Division); 15 de julio de 1956 – 18 de mayo de 1980
Cliff Burton (Metallica); 10 de febrero de 1962 – 27 de septiembre de 1986
Johnny Ramone (Ramones); 8 de octubre de 1948 – 15 de septiembre de 2004
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